Haiku

El haiku es una de las formas poéticas más breves de la literatura japonesa y una de las obras más preciosas de esta cultura. Tal es su belleza que llegó a expandirse hacia el mundo entero a través de su sencillez, ternura y hermosura. En el siglo XVII se popularizó como forma de expresión de la religión zen gracias al maestro Bashō. A partir de ello, muchos escritores han seguido multiplicando este maravilloso arte. El origen del haiku se hunde en la religión de la China Antigua, época en donde el budismo, confucianismo y taoísmo, empezaron a ser muy populares como una forma de llegar a los demás y de exponer los más claros y sinceros pensamientos. Su historia fue transmutando hasta lograr convertirlo en una escuela, de la mano del poeta Bashō. "Una forma de ver la vida a través de la naturaleza y el alma".

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lunes

Tankas





Brota en silencio,  
la semilla del alma,  
luz que despierta,  
renace la esperanza,  
canta el viento interior.













Agua que corre,  
lleva sueños al mar,  
canto de peces,  
la orilla agradecida,  
descansa en su reflejo.













Nieve callada,  
vigilan las montañas,  
cielo profundo,  
el cóndor se desliza,  
y el alma se expande.















Arde la piel,  
como fuego en la noche,  
beso profundo,  
se enciende la ternura,  
y el alma se desborda.
















Cuerpos unidos,  
sin tiempo ni distancia,  
grito de amor,  
la pasión nos consume,  
y todo se hace eterno.

















5 comentarios:

Maria Rodrigues dijo...

Profundas e belas palavras e lindas imagens a acompanhar.~
Beijos

Campirela_ dijo...

Es increíble como en pocas palabras fluye el poema. Precioso todos. Un besote, muy feliz mes de diciembre.

Emilio Muñoz dijo...

Todo es uno, cierto querida Mathilde??? Y lo que parecen diferente realidades no son sino prismas alternativos de una misma naturaleza, como si la luz del sol se transformara en diferentes colores y tonalidades en función de ´como se posicione el prisma.

Sin embargo, sigue siendo la luz del sol. El prisma lo único que hace es destacar una cualidad u otra, pero no cambia la naturaleza de la luz.

Y es que somos materia universal, la expresión del espíritu que da vida al universo. Estamos unidos sin alternativa, y "la magia" se produce cuando nos reconocemos: cuando nuestros ojos ven, nuestros oídos escuchan, nuestra mente comprende, nuestra alma abraza y se funde. Esta es "la magia" que podemos reconocer cuando buscamos más allá de la superficie de la apariencia, algo que no está muy de moda en nuestros días.

En ese bello juego de conocer, reconocer y reconocernos, encontramos la alegría de vivir... eso que llamamos amor (sin equivocarnos con los diferentes sucedáneos a los que también se denomina amor), y disfrutamos de ese sublime privilegio.

Tu has marcado el camino, querida Mathilde, desde tus primeras palabras, y has llegado a ese último estadio al cerrar con los últimos versos. Es el camino de la vida... el camino del amor... Es el camino del sentido, de las respuestas, del gran por qué.

Buen momento para sentarnos, charlar y tomar un café.....

Un enorme abrazo y gracias por la belleza que siempre dejas.

Roselia Bezerra dijo...

Boa noite de paz, querida amiga Mathilde!
Seus poemetos são delicados e intensos no sentir.
Tenha um dezembro abençoado!
Beijinhos fraternos

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Todo se hace eterno, como nosotros mismos...

Paz

Isaac