Tus palabras viven conmigo,
como cartas sin cerrar,
y en cada noche de abrigo
te vuelvo a imaginar.
Arde mi piel,
cuando tu voz me nombra,
sol en la noche.
Fuego que nos devora
Hasta el amanecer.
Sudor y viento,
nuestros cuerpos se buscan,
sin más razón.
Que amarse con pasión.
Grito sin voz,
mi alma se desborda,
al pensarte mi amor.
Grabando nuestro amor.
Como llama encendida,
quema el silencio.
y tu no estas.
Arde mi cuerpo
cuando te pienso.
4 comentarios:
Tienen amor y erotismo. Las ilustraciones geniales. Un abrazo. Carlos
Magníficos versos, muy sinceros...
Abrazo hasta vos!!
Excelentes versos.
Una muy feliz semana.
Profundo... Profundo... Profundo... A veces diría que el corazón es un bello pozo cuyo fondo puede ser imposible de encontrar. Y es que, a veces, somos todo sentimiento, todo amor...
Es tu voz, querida Mathilde... Es tu viaje al corazón, al rescate de tus más genuinos sentimientos. Es un viaje a lo más profundo de ese pozo para desvelar y comprender ese misterioso impulso que llamamos amor.
Y vuelvo a decirte (lo tendré que hacer muchas veces) que la belleza de "tu decir" se ve infinitamente multiplicada por la belleza de "tu sentir" Perrotti te dice que tus versos son muy sinceros, y así pienso yo también. Cómo se podría escribir algo tan bello si el tiempo no hubiera dado el lógico generoso fruto de aquello que fue sembrado?
Y tendré que agradecerte (una vez más, y seguirán otras muchas) que publiques algo tan bello, y que navegues en tu corazón con tanta transparencia, y que dejes retratados tus sentimientos con tanta vehemencia.
Si a algo podemos llamar amor, eso es aquella magia que vive en tu interior, ese amor sincero, ese mar infinito que se colorea en tu mirada...
Te digo gracias, y te digo "muchas veces más"!!! Sabiendo que no puedo pedir pero que si puedo desear.
Y eso te dejo al final. Eso y un enorme abrazo lleno de gratitud y cariño, querida poeta.
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